Ya estamos, que si que morro tengo, que si sólo pienso en ver películas y series gratis, que si no tengo otra cosa mejor en la que entretenerme... Es lo que alguien ha podido pensar al ver el título de mi entrada, pero invito a toda persona (haya pensado eso o no) a hacer la siguiente reflexión conmigo:
Antes de nada, vamos a poner encima de la mesa un par de aclaraciones para adentrarnos en el asunto:
- Megaupload: una herramienta virtual que permite (perdón, permitía) compartir cualquier tipo de archivo, sólo basta con subirlo en la web y pasar su dirección a otra persona para que ésta pueda descargarlo.
- Piratería informática: usaremos wikipedia para conocer de qué trata, pincha aqui
Fijados estos dos conceptos pasemos a elogiar el gran regalo de las nuevas tecnologías: compartir archivos digitales con cualquier persona en cualquier rincón del mundo, esto es expansión cultural e informacional. Muchos son los empresarios que en su día vieron una gran oportunidad para crear páginas para colgar y descargar archivos, algunos crearon necesidades y estrategias para ganar dinero, como por ejemplo promoviendo a sus usuarios crear una cuenta premium y pagar por un servicio más rápido y sin límites.
Entonces la oportunidad de compartir archivos chocó con los derechos de autor y apareció una lucha contra la piratería, yendo al grano: tras una densa investigación del FBI fueron cerradas varias web pertenecientes a esta empresa, todo sin previo aviso. Cerrando y haciendo desaparecer a su vez miles (o tal vez millones) de archivos que no infringían ninguna ley de derechos de autor y que por tanto eran totalmente legítimos.
Pero claro, hoy día las grandes productoras han usado el derecho de autor para crear delincuentes en potencia que roben sus obras y compartan con los demás, siendo conscientes las personas que ven o descarga material de internet lo ilegal del asunto y asumiendolo puesto que la mayoría cree que esto va contra el derecho al acceso a la cultura ya que hacerlo de forma legal sólo es para los ricos que puedan pagarlo. ¿No es esto una forma de desobediencia civil de la nueva era?
Quizá en vez de perseguir la piratería para que unos cuantos llenen aún más sus arcas debería de buscarse un punto intermedio, un equilibrio entre los derechos de autor y el derecho de acceso a la cultura, una buena iniciativa es el copyleft, pero aún falta pensar con una mente 2.0 y buscar una solución que beneficie a todos/as.
¡¡Que cierren de una vez lo que de verdad hace daño!!
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